Entrevista a la capitana Susana Valdenegro
del club y su entrenador Raúl Mendoza
Una entrevista polémica
Problemas internos con el fútbol
femenino
Con desacuerdos entre las chicas de San Martin, el director técnico y el
directivo.
Guillermina: ¿Cómo llego el fútbol femenino
a San Martin?
Raúl: De boca en boca. Vino una chica a
verme dos años atrás, porque yo siempre estuve ligado al club, y me pregunto si
no había fútbol femenino en el club, lógicamente le conteste que no pero que si
convocaba chicas para jugar se podía intentar. Esta chica se llama Yamila
Tolosa, ella fue quien se encargo de todo y hoy están las 19 chicas que
entrenan.
(G): ¿Y participan en algún torneo?
(R): Están en el torneo municipal, que es más
una forma de entrenamiento para mí, ya que juegan chicas de cualquier
edad, hay un equipo por ejemplo de
señoras de 40 años. Yo quiero que el año que viene estén la liga.
(G): ¿Con los chicos de San Martin como es
el trato?
Susana (capitana): Nos llevamos muy bien,
tenemos hermanos, amigos, hasta algunas
de las chicas tienen a sus novios jugando también, pero igual casi todas siempre venimos cuando podemos a
los partidos, porque aunque no tengamos
a nadie que jugue somos todas hinchas de San Martin. Y ellos a veces vienen a
nuestros entrenamientos a darnos una mano.
(G): ¿Se sienten discriminadas?
(R): Me gustaría que contesten cuando no esté
yo, pero no, al contrario. Acá hay contención, lo primero que les inculco es la
educación, después la familia y después el fútbol. La obligación de venir a entrenar de las tres
de la tarde hasta las cinco. Es una forma de contenerlas, de sacarlas ocho
horas por semana de la calle, o de la computadora, ocho horas que están preocupadas por algo redondo y de cuero. Al lado de la cancha de 11 hay una escuela a
la que concurren las mayorías de las chicas, ellas saltan el paredón y se
vienen a entrenar después de terminar sus clases. Hay que tener paciencia y
algunas entender que tarden y siempre
les doy algo de comer y tomar porque
salen del colegio y se vienen directo para acá. ¿Y qué les puedo decir? No
pueden entrenar de noche, ellas son mujeres y esto es Los Hornos, en un lugar
bastante complicado y acá a la noche es tierra de nadie. Entonces a pesar de
que el horario es complicado, ellas vienen y le ponen mucha garra, porque les
gusta y porque quieren al club. Acá de
San Martin no te haces, acá naces hincha de San Martin.
(G): ¿Y donde entrenan?
(R): Y eso depende, cuando los varones no
juegan entrenamos en la cancha de futbol
7 o la de 11. Pero si están todas ocupadas nos vamos a la rambla de acá
dos cuadras. Aunque a mí me sirve la de 11 porque les pongo los conos, las hago
correr y jugar partidos y lógico es mas comodo ahí.
(G): Ya que comenzaron recientemente, ¿Se
les cobra una cuota?
(R): No, las chicas no pagan nada. El club
les quieren cobrar una cuota, pero yo ahí no me meto, pero la comisión precisa
dinero y quieren sacar plata de cualquier lado.
(S): Un día vino la tesorera y dijo que
nosotras teníamos que empezar a pagar una cuota por que el club nos daba todo,
y a nosotras no nos dan nada. Las cosas
que tenemos nos las da nuestro entrenador “chicho”. El es el que nos lava las camisetas,
los pantalones, las medias.
(G): ¿Porque creen que no deberían pagar
una cuota?
(S): No, no creemos que no deberíamos
pagar, como te decía antes, la tesorera viene a reclamar cosas que no le
corresponden, porque ellos no nos dan nada, a veces ni lugar para entrenar tenemos.
(G): ¿No pensaron tener una conversación
con el presidente?
(S): El otro día hubo una reunión, no
vinimos todas, pero así todo no nos dieron bola. Hablaron otras cosas del club,
pero no de nosotras.
(R): En la comisión directiva hay tres
personas, el presidente Roberto Medina, Sergio Maseroni que es el secretario y
Selva la tesorera, que ella ocupa mi lugar, porque antes de trabajar con las
chicas yo era el tesorero, pero faltaba reponer
$10.000 que faltaban para el club, y
querían que los ponga de mi bolsillo y me negué totalmente, ahí es
cuando entra esta mujer y se hace cargo. Si hoy estoy en el club, es por las
chicas, para que puedan seguir entrenando, porque mi trato con la comisión
directiva es malo. Con el presidente casi no tengo dialogo, ni siquiera me
llaman para saber cómo están o las viene a ver entrenar.
(G): ¿Entonces sí son discriminadas, pero
por el club?
(R): Y eso las perjudicas y se puede decir
que son discriminadas entre comillas porque a ellas no les sacan nada, ellos
están tranquilos porque yo les doy todo, saben que conmigo no les va a faltar nada.
Las camisetas que tienen, son juegos de camisetas incompletas de otros equipos
varones que con esfuerzo yo conseguí, que a ellas por lo menos para entrenar,
les sirve. Estando acá yo, no les van a
poder sacar plata. Pero quieren que yo me vaya.
(G): ¿Eso significa que no quieren que haya
fútbol femenino?
(R): Sí, sí quieren que haya, pero manejado
por ellos. Jugarían a los partidos lo que a ellos le parece y quieren, el nuevo
director técnico no tendría ni voz ni voto.
(S): Pero nosotras lo queremos a “chicho”,
todas los conocemos de siempre, y no sería lo mismo porque él se pone nuestro
equipo al hombro, hasta llego a comprarle un par de botines a una de las chicas
que no tenía para pagarse unos.